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17.6.08

en una orilla invisible
está una mano tiesa sobre mí
mastico algo que encontré por ahí
lo digiero lento (son papeles)
mientras cerca del verde, una multitud agita los brazos y golpea cacerolas
yo me hundo en la banqueta del piano
abro una página cualquiera
leo lento las notas, cada tres corcheas miro los dedos
hablábamos hoy entre nosotros
de los dolores amorosos que nos despiertan esas manchas negras
estas piezas tienen para mí un efecto hipnótico una estructura comprensible
donde camino cómoda, donde me muevo a mi antojo
escucho esta música o la toco con los dedos fríos y es siempre igual la misma orilla invisible
un manto de algo sobre mí y un cierto afán
de beber esas páginas
como se bebe
el vino.